Lisboa es color y geometría, sus calles huelen a ropa limpia y pan recién horneado. Mafalda y sus botas rojas. Resuenan los pasos en la madera como el eco de una canción. Papaya. Los azulejos viajan por las calles, acompañando a los transeúntes, observándolos en silencio. Brisa atlántica. La ciudad a nuestros pies, hermosa como un sueño.